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23/6/14

El Tema de una investigación

El tema de investigación: claves para pensarlo y delimitarlo. El tema de investigación comprende la etapa inicial del proceso de escritura de tesis. Su elección, muchas veces, está asociada a la complejidad que implica precisar los límites del propio trabajo. Sin embargo, las definiciones más simples serán las que orienten mejor los esfuerzos del investigador, aquellas que lo conecten con sus propias motivaciones e inquietudes sobre el campo de estudio.

Un tema es el asunto de un discurso, es decir, sobre lo qué éste trata. Del mismo modo, un tema de investigación (en adelante tema) es un asunto que concierne al campo de saberes dentro del cual pretendemos investigar. La definición del tema es generalmente la primera instancia en la realización de una investigación y, como tal, contribuye a determinar los pasos subsiguientes, por lo que es necesario definir con claridad el asunto del trabajo a presentar. De todas formas dicho momento no es definitivo. Dado que, desde la perspectiva aquí adoptada, no se concibe el proceso de investigación de modo lineal y cerrado, a medida que se avance en su desarrollo, el tema puede ir modificándose en su formulación y contenido. Es imposible anticipar si nuestra primera definición es la indicada para la investigación que se ha iniciado. Las reformulaciones se dan en base a la revisión constante, los debates y las lecturas que aportan nuevas claves para lograr un enunciado lo más simple posible.

Este proceso de elección y construcción discursiva requiere de simpleza en sus definiciones dado que la realidad de la investigación es, de por sí, compleja y, para quienes se inician en este trabajo, difícil de delimitar. La mayoría de las ideas iniciales son vagas y requieren un análisis cuidadoso para que sean transformadas en planteamientos más precisos.

¿Dónde y cómo encontrar un tema?

Encontrar un tema supone un acto de búsqueda intencionado. Es decir que el tema no es una elección dentro de un montón de variables que nos presenta el campo, sino que es una construcción del investigador sobre los factores investigables dentro de una disciplina. Los temas no están definidos de antemano, no son factores dados por el campo en el que nos inscribimos, aunque sin duda las trayectorias y tradiciones de un campo de saberes o de una institución permiten predefinir o visualizar algunos temas con mayor o menor especificidad. La primera cuestión para alcanzar la definición de un tema tiene que ver con la especificación del área de interés en el cual se desea investigar. La construcción del tema le corresponde necesariamente al investigador, por lo que es necesario que éste tenga en claro sus propias motivaciones e inquietudes sobre el campo de estudio. El interés se presenta aquí como el prisma desde el cual debería producirse la definición de nuestros primeros pasos en la investigación.

Para dar este paso inicial en cualquier investigación puede partirse del interés personal, que se define en la relación entre los gustos, las intuiciones, las ideas que se creen correctas, los prejuicios, el propio recorrido académico, entre otros. Pero además, la mirada personal se desarrolla en el seno de demandas colectivas, pues el conocimiento científico toma sentido y relevancia en la compleja trama de los procesos sociales.

Así, puede identificarse un interés que halle sustento o razón de ser no necesariamente en la academia, pues muchos interrogantes tienen origen en actividades, relaciones o pensamientos que hasta el momento no pudieron ser vinculados con precisión a los contenidos de un campo disciplinar. Suele ocurrir que pensamos en una idea que parece imposible de ser abordada por el campo desde el que trabajamos, pero es necesario no descartar ninguna posibilidad de antemano.

Este primer acercamiento a la definición de nuestro objeto de estudio puede graficarse utilizando un esquema de pirámide invertida, para ir de lo más general a lo más particular:


Situados en el campo de saberes desde el que trabajamos, esbozamos un primer acercamiento al tema, que puede ser más o menos específico. En este punto puede servir, como paso previo a la definición del tema, la selección del área temática en la cual circunscribiremos nuestra investigación.1

De todas maneras, como fue aclarado anteriormente, este esquema no se presenta como un recorrido lineal obligatorio hacia la definición de cada aspecto de la investigación. Si bien las áreas temáticas enmarcan a los temas, nada supone que éstas deban ser definidas con antelación al tema. De hecho la mayoría de los investigadores lo hacen al revés: primero delimitan el tema y luego lo circunscriben en el área temática que más se adecue a su trabajo.

Como último nivel en esta pirámide está la definición del problema de investigación. Cuando se enuncia el tema, la investigación aún se encuentra en un marco de generalidades. Así, sobre un mismo tema pueden formularse distintos problemas de investigación. También existen otros criterios de búsqueda en la definición de un tema: consultando las discusiones trabajadas en nuestro campo de estudio; recogiendo las inquietudes de otras personas; preguntando y debatiendo con profesores; haciendo una lectura reflexiva y crítica de libros, revistas especializadas, artículos, ponencias y demás materiales que disparen reflexiones en torno al campo de saberes; participando en conferencias, congresos, discusiones y demás formas de exposición y reflexión en torno a problemáticas de la comunicación.

Es necesario tener en cuenta que la instancia de realización de una tesis supone un momento de libertad de acción que tal vez no se encuentre en otros espacios de producción académica. Es este el momento de encarar un proyecto que satisfaga los deseos y las necesidades del tesista (tanto personales como sociales), pues por lo general no estará limitado por otras cuestiones que no sean las normas básicas que debe cumplir cualquier investigación científica para ser presentada como tal.

En esta instancia, uno de los prejuicios habituales entre los tesistas es pensar que si el tema elegido no es novedoso u original, no es digno de ser estudiado. Si bien es importante encontrar nuevos aspectos o factores estudiables, una investigación no debe pretender ser una nueva verdad sobre el campo disciplinar. El hecho de que el tema en proceso haya sido abordado en otros trabajos no impide avanzar en su desarrollo.2 Es muy común escuchar: “Elijo este tema porque no hay nada hecho al respecto en el campo”. Tal vez deberíamos pensar que si no se ha hecho nada es porque realmente ese tema no es pertinente o relevante para ser estudiado. Por eso la cuestión de la originalidad no debería ser un factor limitante en la elaboración de una tesis de grado.

¿Qué es un área temática?

Las áreas temáticas, en general, ya están definidas de antemano por la política académica de cada casa de estudios, cuestión que puede facilitar nuestra delimitación. Por ejemplo, en la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata, se han definido nueve áreas temáticas de desarrollo prioritario —conocidas formalmente como Programas de investigación— que contemplan (y contienen) un gran abanico de posibilidades de estudio dentro del campo. Estos Programas de investigación son:
—Comunicación, Prácticas Socioculturales y Subjetividad
—Comunicación y Arte
—Comunicación y Educación
—Comunicación y Política
—Comunicación, Periodismo y Medios
—Comunicación y Planificación
—Comunicación y Territorios
—Comunicación, Lenguajes y Tecnologías
—Comunicación y Sociedad de la Información

Junto con las líneas de investigación que desarrolla cada programa, se proponen diversos objetos posibles de ser abordados dentro de cada una de estas áreas temáticas. El crecimiento, revisión y actualización en la investigación de la comunicación —como en cualquier otro campo de la investigación social y de las ciencias en general— va redefiniendo tanto los Programas como los objetos y líneas que cada uno de estos incluye. En el caso de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP, en el año 1998 se definieron cinco Programas de investigación, pero una evaluación del campo de la investigación en esta institución determinó que las posibilidades y miradas se habían ampliado con el tiempo y la experiencia, y que era necesario agregar y redefinir los Programas. Desde el año 2005 los Programas de investigación son nueve. Si bien las áreas temáticas están predefinidas por las instituciones de enseñanza y los centros de investigación y/o financiamiento de la investigación, el desarrollo de los procesos investigativos necesariamente las va modificando.

A diferencia de las áreas temáticas, los temas, como fue señalado, no están previamente definidos por las unidades académicas o por el campo de la Comunicación, sino que son construcciones conceptuales a las que el tesista arriba según el camino trazado. Veamos algunos ejemplos:3

1—. Tema de investigación: Procesos comunicacionales en las asambleas barriales.
Área temática: Comunicación, Prácticas Socioculturales y Subjetividad

2—. Tema de investigación: Discurso y comunicación durante las presidencias de Carlos Menem en torno a la idea del Estado y la concepción del poder.
Área temática: Comunicación y Política

3—. Tema de investigación: El discurso televisivo en la estrategia comunicacional de la Iglesia Universal del Reino de Dios en la TV argentina de aire.
Área temática: Comunicación, Periodismo y Medios

4—. Tema de investigación: El discurso político en los textos escolares en el segundo gobierno de Juan Domingo Perón.
Área temática: Comunicación y Educación

5—. Tema de investigación: Relaciones interculturales y representaciones sociales de jóvenes chinas en la ciudad Buenos Aires.
Área temática: Comunicación, Prácticas Socioculturales y Subjetividad

6—. Tema de investigación: La dimensión política de los órganos de prensa de los partidos de izquierda de la Argentina a partir de diciembre de 2001.
Área temática: Comunicación y Política

7—. Tema de investigación: El uso y apropiación de la cámara oculta como herramienta profesional del periodismo.
Área temática: Comunicación, Periodismo y Medios

La pertinencia en los temas de investigación

El factor ineludible en la definición de un tema es su pertinencia con el campo de saberes dentro del cual estamos trabajando. Los temas que se construyen deben contener la posibilidad de ser abordados por los conceptos, las nociones, las miradas propias del campo. Los debates en torno a qué es o qué no es una problemática de la comunicación (en tanto objeto, proceso o saber) sin dudas calan hondo en el desarrollo de las investigaciones en el grado académico. La confusión más corriente se presenta al creer que todo hecho social puede ser observado e interpretado como un hecho de comunicación. De esta forma se sobreestima la capacidad del campo para dar respuesta a cualquier problema de investigación.

Por ejemplo, “El impacto ambiental de la erosión de las playas en el partido de La costa”, no es un tema comunicacional, en tanto no se establezca su anclaje disciplinar en la comunicación, es decir, cuál o cuáles son los componentes que lo determinan como un tema pertinente al campo.4 El ejemplo, así formulado, pareciera estar más íntimamente relacionado con problemáticas posibles de ser abordadas desde las ciencias naturales o ambientales. De todas formas, si nuestro interés está puesto en ese tópico, puede llevarnos a un primer acercamiento sobre el tema que definiremos, investigando, por ejemplo, la recepción por parte de la comunidad de las estrategias comunicacionales impartidas desde el gobierno municipal en relación al impacto ambiental de la erosión de las playas en el partido de La costa.

La pertinencia está dada por el reconocimiento de una tradición en investigación que el campo —a través de años, de sujetos y de trabajos— ha ido forjando para su desarrollo. Si bien nuestra investigación no debe responder necesaria y positivamente a lo hecho por otros —si así fuera, el conocimiento correría el riesgo de ser estanco—, es fundamental que recupere el saber previo en el sentido de dar cuenta de la experiencia del conocimiento en esa área.

Es relevante señalar que también es muy frecuente observar la situación contraria, pues muchos tesistas creen imposible abordar un tópico de interés desde el campo de saberes en el que investigan. Aquí el problema es el opuesto al que señalábamos en párrafos anteriores, ya que se subestima el alcance de las herramientas y saberes del campo al no estar bien informados sobre las posibilidades que poseen dentro del mismo. La pertinencia es la primera máxima a la que debe responder un tema. Si pensamos otra vez el esquema de la pirámide invertida, veremos que en el nivel más abarcativo se encuentra el campo de saberes. Si nuestro tema no responde a esta pauta, es imposible avanzar en la investigación.

No puede fijarse una regla sobre la cantidad de información que deba brindar un tema para establecer su pertinencia; pueden ser más amplios o más específicos según lo requiera la investigación, según lo requiera el objeto de estudio que se está construyendo. En este sentido, retomando los ejemplos de más arriba, el tema “Análisis de los procesos comunicacionales en las asambleas barriales”, presenta una definición menos detallada que el tema “El discurso televisivo en la estrategia comunicacional de la Iglesia Universal del Reino de Dios en la TV argentina de aire”, en tanto este último aporta más datos sobre el objeto en construcción, exponiendo qué aspecto de qué actor social y en qué escenario lo va a investigar. De todas formas queda claro que ambas formulaciones presentan un anclaje comunicacional definido. El tema sólo tiene validez dentro de la investigación que lo contiene, y no puede darse modelos para confeccionar tipos de tema. Cada tema es una construcción particular para una investigación específica, y por eso las comparaciones no siempre dan una idea cabal del tipo y la cantidad de información que se requiere.

Temas simples, investigaciones complejas

Podemos decir que el conocimiento científico refiere a la construcción, descripción y deconstrucción de un objeto de estudio que se define en la relación entre un referente empírico y un referente conceptual. El conocimiento científico, como otras formas de conocimiento humano y demás modos de adaptación de los seres vivos al medioambiente, constituye un sistema adaptativo complejo. Si bien todo intento de abordar lo social es complejo, es necesario llegar a una instancia de claridad y simpleza desde lo enunciativo. Pero una enunciación clara es consecuencia no tanto de las aptitudes lingüísticas del investigador, sino del reconocimiento de los debates (contextuales y conceptuales) en torno a la temática que abordaremos. El grado de simpleza necesario se alcanzará cuando no se requiera de una descripción posterior muy extensa para explicar el contenido o cometido de un tema de investigación.

Por todo esto, el esfuerzo inicial del investigador tiene que estar enfocado en precisar los límites del trabajo —aunque esos límites pueden modificarse en el transcurso de la investigación—, y en enunciar esos límites de la forma más simple posible. Las definiciones simples permitirán avanzar más ordenadamente sobre las complejidades de la realidad social.


Bibliografía:

Autor de este artículo: Fernando Palazzolo. PUBLICADO EN DICOM 2011. Link: http://maestriadicom.org/articulos/el-tema-de-investigacion-claves-para-pensarlo-y-delimitarlo/

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